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Entonces los servidores del faraón le dijeron:

—¿Hasta cuándo ha de sernos este una trampa? Deja ir a esos hombres para que sirvan al SEÑOR su Dios. ¿Todavía no te das cuenta de que Egipto está destruido?

Moisés y Aarón volvieron a ser traídos ante el faraón, quien les dijo:

—Vayan y sirvan al SEÑOR vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?

Moisés respondió:

—Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros ancianos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; hemos de ir con nuestras ovejas y con nuestras vacas, porque tendremos una fiesta del SEÑOR.

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